09 enero 2011

Música de barbudos

Estas Navidades El Perro Lunar y yo no hemos podido compatibilizar nuestros horarios, así que han sido las primeras en unos cuantos años que no hemos celebrado juntos. Este año las vacaciones las he pasado en la granja de mi buen amigo Itinerant Farmer, al norte del estado de Nueva York, cerca ya de Canadá. Y allí, en medio de ninguna parte, fui a encontrarme con Jet, un perro muy majete, primo tercero o algo así de El Perro Lunar (ver foto). Una vez más, queda demostrado: el mundo es un moco en un pañuelo.

Mi visita a la granja de Itinerant Farmer parece estar convirtiéndose en una tradición anual y me he dado cuenta de que una parte indispensable de la tradición es que me vuelva de la granja con barba y escuchando a todas horas música de barbudos. El año pasado, como ya os comenté, mi gran descubrimiento granjero fue Ray LaMontagne; este año me he traído otros barbudos nuevos en el iPod, y ésa es la razón por la que escribo este post.

La respuesta a la pregunta que quizás muchos os estéis haciendo, "pero ¿qué narices será eso de música de barbudos?", es muy sencilla: es un género musical que me he inventado. ¿Vosotros no os inventáis géneros musicales? Seamos sinceros, los géneros estándar son demasiado poco precisos, casi cualquier cosa puede caber bajo la etiqueta de rock o de pop. Si os hubiera dicho que iba a hablar de folk no habríais podido saber si se trataba de una banda funeraria iraní o de Joan Baez, y si hubiera dicho canción de autor podríais haber pensado en Serrat o Aznavour. Sin embargo, música de barbudos es algo mucho más concreto que hace referencia únicamente al estilo de música que Itinerant Farmer y yo tocamos y cantamos después de un duro día de trabajo orgánico y sostenible en la granja, sentados en un sofá, con sendas barbazas y sendas camisas de franela a cuadros, acompañados de una buena cerveza casera y una buena guitarra. A que ahora lo tenéis mucho más claro. Bueno, para los que anden cortos de imaginación, os dejo aquí dos canciones, una de Bob Dylan y otra de Gillian Welch, que son ejemplos arquetípicos del género barbudo.

Los que estéis al tanto de la modernidad musical al oír lo de barbudos quizás hayáis pensado en Bon Iver o en Iron & Wine, ya que ambos gustan de dejar crecer su vello facial, y sí, ambos encajan perfectamente en este estilo (aunque no son mis favoritos) pero no os dejéis llevar por las apariencias, ("no me nades en la superficie, compadre, adéntrate, sumérgete en la profundidad del planteamiento que te quiero transmitir"), para formar parte de este estilo no es necesario lucir barba; la propia Gillian Welch no lo hace y es la reina de los barbudos. Tampoco hace falta ser americano para que tu música sea barbuda, aunque Estados Unidos sea el país con mayor número de barbudos por milla cuadrada. De hecho, el gran descubrimiento de mi última estancia en la granja es original de Suecia y no suele llevar barba, aunque sí tiene un complejo de Dylan que no puede con él. Se trata de The Tallest Man on Earth, todo un maestro en el arte de convertir una guitarra y una voz en horas de entretenimiento. Tanto es así que Itinerant Farmer y yo en un largo viaje en coche que hicimos estas vacaciones nos enzarzamos en una conversación y sin darnos cuenta dejamos que su segundo disco, The Wild Hunt, sonara unas tres o cuatro veces seguidas. Normal que ahora no pueda quitarme de la cabeza su canción "The King of Spain", en la que fantasea con hacerse Borbón y quitarle el trono a nuestro Don Juan Carlos. Tampoco es americano el que quizás sea mi barbudo favorito, Piers Faccini, que es una mezcla entre italiano, británico y francés. Yo lo descubrí hace unos años con estos dos vídeos y desde entonces no he dejado de escucharlo. Espero que os gusten tanto como a mí.




Otros barbudos que he descubierto esta Navidad son Mark Erelli y Jeffrey Foucault que, al parecer, son bastante famosos en la escena barbuda de Massachusetts, pero yo no había oído hablar de ellos en mi vida. Acaban de sacar juntos el disco Seven Curses con versiones de baladas trágicas, en su mayoría tradicionales pero con alguna más moderna, como esta "Ellis Unit" de Steve Earle sobre un empleado de la unidad de ejecuciones de una prisión americana. Un disco muy barbudo, sí señor, porque la tristeza, la melancolía e incluso la tragedia son elemento s muy característicos de este estilo de música que os presento hoy. Normal que los barbudos acabemos todos leyendo a Unamuno. Cuando Itinerant Farmer y yo solíamos cantar por España la gente nos preguntaba "¿no os sabéis ninguna canción un poco más alegre?", y entonces nos mirábamos pensativos y las únicas canciones que se nos ocurrían eran "Dead Roses" de los Rolling, "Sloop John B." de los Beach Boys o "The Night They Drove Old Dixie Down" de The Band, que, aunque un poco más animadas, no es que traten temas muy alegres que digamos.

Y poco más tengo que explicaros acerca de la música de barbudos; espero que os hayáis hecho una idea. Iba a acabar el post deseándoos feliz año y animándoos a que en 2011 os dejarais barba, pero no sé qué pensarían las lectoras de este blog, así que os animo a que, si tenéis oportunidad, trabajéis unos días en una granja, pero sobre todo os animo a que bebáis mucha buena cerveza y escuchéis mucha buena música.

2 comentarios:

Cervovin dijo...

Un post muy interesante Susu, muchas gracias. He aprendido mucho de "música barbuda" y creo que has transmitido muy bien el término para los que, como yo, no estamos muy puestos en estos ritmos. En cuanto a lo de dejarse barba... bueno, si es necesario... aunque no sé que opinará mi novio ¡¡si pincho mas que él!! ;oP

Susana dijo...

El perro lunar me ha alegrado el día, gracias.